viernes, 19 de junio de 2009

Todos somos uno.


¿Por qué dos sexos? Quizás para no aburrirse de amarse a uno mismo, sino para amarse más, para amarse sin límites: para comprenderse más allá del si mismo.
Al pretender amar a otro, nos colocamos por encima de nosotros mismos, tan solo para poder vernos desde fuera: tan solo ante nosotros nos atrevemos a mostrar nuestro ser sin miedo, nos admiramos de su belleza, y en el amor, en el otro, nos curamos de todo, y nos liberamos de si.
El deseo de amarse más allá de los límites del si mismo que se halla encerrado en el interior de su conciencia, solo se halla satisfecho si ingeniosamente se engaña, creyendo ver a alguien más en sí, que tambien le ama, porque lo ve, con la transparencia con la que se ve uno mismo, y en este engaño pretende no solo buscar, y no solo encontrar, sino crear una eterna historia, de encuentros y desencuentros, todos significativos, fantasmas, espejismos, y decisiones, entre los cuales perderse, por los cuales vivir, y morir... un laberinto más allá de la imaginación y sin fin que ha creado uno a si mismo.

domingo, 7 de junio de 2009

Los Antidioses

Desde nuestra perspectiva, nada puede pensarse más allá de la noción de Dios. Sin embargo, los dioses tambien nacen, crecen, se reproducen y mueren: Y en el infinito camino de la vida, se encuentran en la misma posición que la nuestra:

Si pudiéramos decir de nosotros "depredadores", en tanto comsumimos la vida animal para transformarla en energia de vida, y así análogamente los dioses nos depredan en tanto nos imaginan, bien podríamos concebir a los antidioses, como depredadores de los dioses.

Sin embargo, los Antidioses no se alimentan de dioses como nosotros hacemos con los cuerpos que ingerimos, pues los dioses son incorporeos: Seria mas preciso concebirlos como devoradores de ser.

Por definición en nuestro lenguaje los dioses tienen el poder divino de la creación, y asímismo, el conocimiento total del universo que construyen para sí, unificado con simpleza.

Una vez que un dios crea un mundo, se instala en el: en el proceso borra su memoria, y todo rastro de conocimiento, para gozar el ser entero a partir de la nada: la vida del dios es un sueño profundo en el que todas las posibilidades del ser se explotan y exploran, recobrando memoria gradualmente.

Insospechado, un antidios se asemeja a un ladrón o un usurpador que aprovechando la poca potencia del poder divino en estado de ensueño, termina por aniquilar del sueño a su autor, para despues devorar el contenido sin nucleo, primero tornándole en infinita pesadilla y terror, despues devolviendole al no ser.

En cierto sentido, los dioses y los antidioses no difieren mucho de si, si bien se oponen, y hasta es válido decir que en realidad no hay diferencia entre ellos.
Hay quienes creen que cuando un dios muere, se torna antidios, para ser plenamente completo. Tambien se dice que la muerte de los dioses no es trágica pues no tiene principio ni fin.
Este será quizás, el limite que nuestra comprensión "humana" nos imponga.
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